Promesas II.

Vuelvo por estos lares después de un tiempo de parón significativo, de muchas cosas vividas, de nueva gente, de gente que se va, de sentimientos encontrados, de sentimientos olvidados, de promesas cumplidas y promesas rotas, lo importante es que vuelvo, para como de costumbre hacer una reflexión acerca un tema que me sigue llamando mucho la atención, y es... Promesas.
Por qué hacemos promesas? Por qué insistimos tanto en que la gente las cumpla cuando ni nosotros mismos cumplimos las nuestras? Y lo más importante, por qué rompemos dichas promesas?
No suele haber una respuesta para todo el público, pero aún así, la gente se sigue engañando, usan las promesas como medio de credibilidad en vez de como un acto de fe, hoy en día nadie cree en ellas, y por qué? Pues por el simple hecho de que las palabras se las lleva el viento, nadie cree en un siempre, ni en que algo sea eterno aunque pueda serlo, nadie puede estar seguro de que dichas promesas o palabras se cumplan, porque como es bien sabido, sin actos no hay nada.
Y para mantener una promesa tiene que haber algún acto que la verifique, pero aún habiendo actos las promesas se rompen, supongo que será por el afán auto-destructivo del ser humano, que no es capaz de mantener algo durante un tiempo X.
Estáis ante una persona que jamás ha fallado a una, sí, increíble pero cierto, jamás he fallado a una, por muy rebuscada que sea, por mucho tiempo que pase, yo doy mi palabra, lo que yo llamo: ''Palabra de Ares''.
Para mí no hay nada más sagrado que esa palabra, porque aunque me llaméis raro, yo deposito ahí todo mi honor, y el de mi apellido, y lo ultimo que quiero es que mi apellido quede manchado por un incumplimiento.
Si todos hiciésemos promesas sobre algo que de verdad nos importase no se romperían las promesas, pero como acostumbramos a prometer en vano, pasa lo que pasa.
No soy quien para juzgar a nadie por sus actos o sus dichos, pero esto es algo que de verdad odio, las personas que no cumplen lo que prometen.
Si prometes algo, hazlo, no te cuesta nada, y si te cuesta, no haberlo prometido.
Es algo un poco de ley marcial pero es así, o por lo menos ese es mi pensamiento acerca de esto.